Un suplemento alimenticio, como las vitaminas prenatales, son recomendables durante el embarazo para garantizar que consumas todas las vitaminas y minerales que tu cuerpo y tu bebé necesitan.
Tu médico recomienda que las tomes para prevenir complicaciones con tu embarazo o tu bebé a causa de una deficiencia nutricional.
Respuesta:
¿Qué son las vitaminas prenatales?
Las vitaminas prenatales son un compuesto que incluye vitaminas y minerales necesarios para las mujeres embarazadas y durante la lactancia. Existen tantas fórmulas como fabricantes, pero la mayoría incluyen:
- Ácido fólico
- Calcio
- Hierro
- Vitamina C
- Zinc
- Vitamina A
- Vitamina B6
- Vitamina D
- Vitamina E
- Tiamina
- Riboflavina
- Niacina
- Vitamina B12
Existe una gran variedad de estos suplementos en el mercado. Puedes conseguir algunas marcas de vitaminas prenatales sin receta médica, pero otras requieren la aprobación de tu doctor. En cuanto a presentación, las hay en pastillas o polvo que se diluye en agua, y algunas debes tomarla una vez al día, mientras otras debes hacerlo dos veces.
Puedes informarte sobre distintas opciones en esta reseña de vitaminas prenatales, pero antes de tomar cualquier medicamento o suplemento debes consultarlo con tu médico, sobre todo si estás embarazada.
La mejor vitamina prenatal para ti depende de:
- Tus necesidades nutricionales. Si requieres cantidades mayores de algún nutriente debido a alguna deficiencia.
- Tu habilidad para tolerarla. Para algunas mujeres, las vitaminas prenatales pueden empeorar los achaques, náuseas y estreñimiento que sienten durante los primeros síntomas del embarazo.
- El costo y beneficio. No te dejes llevar únicamente por el precio. Un estudio médico independienteencontró que algunas de las marcas más económicas de vitaminas prenatales son más completas y se disuelven más fácilmente en tu estómago.
- La opinión de tu médico. Este es, al final de cuentas, el factor más importante en cualquier decisión médica sobre tu embarazo.
Vitaminas prenatales no sustituyen una dieta saludable
Las vitaminas en el embarazo son recomendadas por tu médico como un "seguro" de que tienes un mínimo de nutrición necesaria, pero de ninguna forma reemplazan una dieta saludable durante el embarazo.
Además de vitaminas y minerales, tu bebé necesita proteínas, carbohidratos, fibra y otros nutrientes para su óptimo desarrollo. Estos los obtienes mediante una dieta balanceada.
Para un detalle completo sobre los nutrientes que requieres durante el embarazo, las cantidades, fuentes y riesgos, visita Tu dieta en el embarazo: los nutrientes que necesitas.
¿Cuándo las debo tomar?
Antes tomar cualquier medicamento o suplemento debes consultarlo con tu médico. Por lo general se recomienda que las mujeres empiecen a tomar vitaminas prenatales o ácido fólico antes de quedar en embarazo (mientras intentan concebir).
Asegúrate de seguir las instrucciones de tu médico al pie de la letra y tomar únicamente la dosis indicada. En algunos casos el exceso puede ser perjudicial para tu bebé, como la vitamina A, por ejemplo.
¿Qué pasa si no tomo vitamina prenatales?
La decisión de cómo llevar tu embarazo y si debes tomar vitaminas prenatales está en tus manos.
En teoría, si sigues una dieta saludable sí puedes obtener todos los nutrientes que necesitas para un embarazo saludable de tus alimentos. Sin embargo, para cumplir este objetivo debes vigilar muy de cerca lo que comes y contar todos los nutrientes de tus alimentos. En el mejor de los casos, es una tarea difícil. Y si tienes achaques o vómito durante los primeros síntomas del embarazo, es imposible determinar cuántos nutrientes son en efecto absorbidos por tu cuerpo.
Al rechazar las vitaminas prenatales corres el riesgo de que tu bebé tenga complicaciones debido a deficiencias nutricionales, y tú también puedes sufrir consecuencias. Por ejemplo, la falta de ácido fólico en la dieta de la madre está relacionado con defectos del tubo neural, como la espina bífida. Y si tu cuerpo no obtiene suficiente calcio para la formación de los huesos de tu bebé por medio de tu alimentación, lo absorbe de tus huesos, dejándote en riesgo de padecer osteoporosis.
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